domingo, 28 de septiembre de 2008

4.- INTRODUCCION A LA COMUNICACIÓN.

COMUNICACIÓN,
es un principio universal de interrelación a múltiples niveles: biológico, psicológico, sociológico, etc. Es una de las necesidades básicas del ser humano por ser este un ser inminentemente social. Con frecuencia se considera que hablar es sinónimo de comunicación, sin embargo, el mero hecho de pronunciar palabras y transmitir sonidos no cumple con el verdadero propósito de la comunicación, que se centra en: establecer un lazo entre el que envía un mensaje y aquel que lo recibe.
Comunicación y Relaciones Interpersonales.
La comunicación constituye un elemento clave para el desarrollo de una relación, tanto en lo que se dice con palabras como en lo que se transmite a través de comportamientos actitudes y gestos.
La comunicación es esencial en lel matrimonio, ya que constituye un medio insustituible para entrar en contacto con el otro, conocer sus ideas y captar sus intereses, preocupaciones y sentimientos.
La familia, debido al ambiente de seguridad y confianza y a los lazos emocionales y psicológicos que se logran desarrollar entre sus miembros, se convierte en un medio natural para que sus integrantes, satisfagan su necesidad de comunicación, que a la vez satisface otras más profundas y complejas como son las necesidades emocionales y afectivas.
Cuando las personas reciben mensajes que les hacen sentirse valiosas, importantes, respetadas y apreciadas, tienden a tomar una actitud receptiva y abierta, facilitando la integración y el desarrollo de la relación.
Una relación crece cuando los mensajes que se transmiten entre las personas que la viven manifiestan aprecio, respeto y reconocimiento. Y en contrapartida, la relación se deteriora cuando se transmite desinterés, sarcasmo, cinismo o desprecio.
Cuando la comunicación se enfoca en forma constructiva, constituye un poderoso medio para lograr el desarrollo de relaciones positivas, facilitar la comprensión y el apoyo mutuos y un poderoso mecanismo para prevenir o desactivar conflictos. Sin embargo, con frecuencia se hace mal uso de ella, ya que se utiliza para agredir, ofender y lastimar, provocando que en lugar de ser un medio de acercamiento y conocimiento mutuos, sea causa de distanciamiento, separación y ruptura.
2. BUENA COMUNICACIÓN EN EL MATRIMONIO: UN PROYECTO ALCANZABLE
Hay estudios que ponen en evidencia que en la mayoría de los matrimonios conflictivos existen serios problemas de comunicación, sea debido a que no han desarrollado mecanismos para favorecer el intercambio de ideas y puntos de vista, o a que tienen muy poca habilidad para comunicarse, provocando que los intentos que hacen para comunicarse, en lugar de convertirse en mecanismos de ayuda, se transformen en fuentes de nuevos y mayores conflictos.
El proceso de convivir, compartir y desarrollarse a través del contacto intenso y diario con el otro, es todo un arte, que requiere una actitud positiva y pro-positiva:
• Actitud Positiva: El desarrollo de esa actitud y habilidades, solo puede darse a plenitud cuando se fundamente en el amor (en la caridad), es decir en el verdadero propósito de aportar lo mejor de uno mismo para contribuir a la felicidad y realización del otro.
Actitud Pro-positiva: Si se quiere asegurar que la comunicación trabaje a favor del matrimonio, es importante hacer lo necesario para lograr que todo intercambio de palabras tenga un propósito positivo: ayudar, mejorar, aclarar, acercar.
Si la comunicación matrimonial no está logrando lo descrito anteriormente, seguramente es debido a que se está dejando que los procesos ocurran al azar, sin un propósito en mente, especialmente en aspectos importantes en la vida conyugal.
Las relaciones entre los esposos no pueden dejarse al azar. Si realmente quieren lograr que la convivencia entre ellos sea un medio que les ayude a complementarse, apoyarse y crecer, es decir, a lograr que predominen los aspectos positivos, deben actuar de manera enfocada, propiciando los aspectos que nutren y refuerzan la relación y evitando las situaciones que la afectan negativamente, o la destruyen, provocando el distanciamiento y el deterioro de la misma. Para lograr que la comunicación se convierta un recurso a favor del matrimonio, los esposos deben plantearse con cierta regularidad la siguiente pregunta:
¿La forma como nos comunicamos nos está ayudando a lograr un mayor acercamiento y a desarrollar la intimidad, o es un medio que utilizamos, consciente o inconscientemente, para manipular, ofender o agredir?
Si se responde con toda honestidad a esa pregunta, el análisis de las respuestas permitirá definir hacia donde se deben enfocar las acciones tendientes a lograr que la comunicación intra-marital, les ayude a lograr una dinámica matrimonial positiva, que actúe a favor del esposo y de la esposa, creando condiciones favorables que les permitan hacer lo necesario para apoyarse mutuamente, desarrollarse y ser mejores: más buenos, más santos, más perfectos.
• DIFERENCIAS INTERPERSONALES Y SU INFLUENCIA EN LA COMUNICACIÓN
Querer que el conyuge sienta, razone y valore las cosas de la misma manera como lo hace uno mismo es un grave error.
Para aprender a comunicarse con efectividad dentro del matrimonio se requiere: tomar en cuenta las diferencias interpersonales, diferencias entre sexos, diferencias de edad, de personalidad, caracterológicas, de intereses y habilidades, etc.
A pesar de las diferencias entre los eposos, en su ser hombre y ser mujer, es esencial que ambos estén conscientes de que hombres y mujeres merecen el mismo respeto, tienen los mismos derechos y comparten la misma dignidad, por el mero hecho de ser personas.
Esas diferencias son valiosas porque complementan y enriquecen. La falta de comprensión de las diferencias provoca errores de interpretación, que en lugar de ayudar a lograr una mejor comunicación y entendimiento, provocan distanciamiento y conflicto.
• LA COMUNICACIÓN COMO UN PROYECTO:
Así como hay evidencia de que las relaciones entre los esposos son responsables en gran parte de la felicidad que experimentan, también está demostrado que las relaciones no se dan en forma automática e instantánea.
Las buenas relaciones no nacen, se hacen: es decir, toda relación humana es el resultado de un proceso, es decir, de una serie de: acciones, situaciones, elementos y decisiones, que al irse sumando, van llevando a un resultado.
El resultado logrado conforme se avanza en ese proceso, puede ser positivo y favorable, o destructivo e insatisfactorio.
Cuando los esposos aprenden a comunicarse identificando el: cómo, cuándo, dónde y en que tono hablarse, se construyen relaciones positivas y sólidas, permitiendo que los dos se sientan queridos, apoyados y tomados en cuenta.
Qué decir. Es difícil comunicarse cuando no se ha definido con claridad qué es lo que se quiere decir. Si no hay esa claridad se corre el riesgo de confundir el mensaje con los propios deseos, sentimientos, temores o necesidades, deformando su contenido.
Cómo decirlo. Toda comunicación debe ser respetuosa, especialmente cuando se tiene algo importante que comunicar se debe cuidar la forma en que se dice, ya que si esto no se hace, lo que se queda en el receptor es la forma en que se dijo y no el fondo de lo que se dijo.
Cuándo decirlo. Siempre hay un mejor momento y un estado emocional adecuado, para lograr mayor receptividad. A veces es conveniente esperar ese momento para lograr una comunicación eficaz.
Durante el proceso mismo de comunicación, es importante poner en práctica lo siguiente:
Escuchar con comprensión. Puesto que la comunicación es un proceso de ida y vuelta, se requiere combinar el hablar con el escuchar. Escuchar implica receptividad y disposición a entrar en sintonía con los sentimientos del otro.
Tomar en cuenta los aspectos no verbales. No basta con escuchar las palabras, se requiere disposición y receptividad para poder captar todo lo que la pareja transmite con sus miradas, gestos y posturas. Tomando conciencia también de los propios gestos. Para lo cual se requiere un contacto visual continuo, asegurando que la expresión de la cara demuestre atención.
Verificar la recepción. Al parafrasear algunas de las ideas que ha expresado el otro y realizar preguntas aclaratorias, se puede verificar si realmente se está captando e interpretando correctamente lo que el otro quiere expresar.
3. IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN ENTRE LOS ESPOSOS
La formación de toda familia comienza con la integración y el desarrollo de la pareja como matrimonio. Así que todo lo que se haga para lograr el entendimiento mutuo de los esposos va a influir en la totalidad de la familia.
Por lo mismo, es importante que los esfuerzos enfocados a lograr una comunicación positiva y enfocada a nivel familiar, comiencen con los esposos.
Vale la pena dedicar tiempo y esfuerzo para que la convivencia diaria, especialmente en la relación matrimonial, sea un factor de acercamiento, unión y crecimiento humano. Para lograr ese enfoque se pueden realizar numerosas acciones, en primer lugar y como se mencionó anteriormente se debe considerar el: cómo, cuándo, dónde y en que tono hablarse. Además tratar de lograr:
1. Aceptación. Cada uno de los esposos tiene cualidades y defectos. Solo se acepta al otro con sus características positivas y negativas y se hace lo necesario para tener presente y aprovechar al máximo todo lo positivo, la relación se reforzará y el trato será agradable y constructivo.
2. Responsabilidad. Los esposos deben asumir la responsabilidad de la relación y hacer lo necesario para que avance hacia su verdadero propósito: la realización y felicidad del otro, pero sobre todo su salvación eterna, su santificación.
Para avanzar en esa dirección, deben elegir las actitudes, pensamientos y sentimientos que les pueden ayudar para dirigir las relaciones en la dirección deseada.
3. Manejo de problemas. Si en la relación entre los conyuges las cosas no están saliendo bien, hay que evitar la búsqueda de culpables y esforzarse para encontrar las causas y aplicar soluciones adecuadas.
4. Dar lo mejor de uno. El matrimonio es un proyecto en el que está involucrada la felicidad de los esposos y que para lograr su propósito requiere de: enfoque, decisión y acción, es decir que cada uno de los involucrados ponga en él lo mejor de si mismo, olvidándose de sí mismo en favor del otro.
¿Por qué es importante la comunicación?
1. El presente es el resultado del pasado, y el futuro será el resultado del presente. Hay que vivir y trabajar hoy.
2. El hombre es un ser racional que necesita la comunicación para crecer.
3. La comunicación entre dos personas se hace difícil cuando compartimos algo.
4. Como todos los demás logros humanos, la comunicación es cuestión de práctica constante.
5. Comunicar no sólo es hablar, sino escuchar.
6. Amar es compartir.
7. El camino hacia el éxito está lleno de fracasos.
8. El único fracaso real es aquel del que no aprendemos nada.
9. El síndrome del fracaso se puede convertir en un cáncer de la comunicación.
Los beneficios de la comunicación El ser humano vive en constante relación con otros seres humanos. Es también un ser social, y cada uno de nosotros es fruto de una relación de tipo moral, humano, físico y amoroso.
Premisas de la comunicación:
El compromiso: Cuando no queremos comunicarnos es por que no queremos comprometernos o abrirnos. Cuando ha habido fracasos en la comunicación nos da temor volverlo a intentar.
La conciencia de ser un don: Cada uno de nosotros es un regalo para los demás, y los demás son un regalo de Dios para nosotros, somos únicos e irrepetibles. Tengamos muy presente que darnos a los demás nos enriquece, y recibir de los demás también nos enriquece.
La opción por la sinceridad: El ser fiel conmigo mismo me ayudará a serlo con los demás. Y al conocer mi propia identidad, sabré de qué soy capaz. Es ser auténtico y no aparentar lo que no soy, sino lo que en realidad soy. Esto nos ayudará a conocer abiertamente a nuestra pareja, sin máscaras.
Obstáculos de la comunicación
Si realmente deseamos comunicarnos, tenemos que estar dispuestos a trabajar para superar todos los obstáculos. El triunfo no está lejos y las recompensas del éxito son:
1. el crecimiento personal, como pareja y familiar
2. la felicidad y satisfacción con nosotros mismos, con lo que tenemos, lo que somos. Esto es algo que se irradia y se contagia, lo cual provoca la creación de un ambiente familiar de amor.
Obstáculos exteriores:
Ocupaciones: Hablamos de lo que hacemos y no de lo que somos.
Distracciones:Televisión, teléfono, periódico.
Injerencias de otras personas: Se debe buscar el lugar y la hora conveniente. Incluso, en ocasiones los hijos pueden ser un obstáculo para la comunicación conyugal.
Obstáculos interiores:
Malas experiencias: Miedo a los fracasos durante el diálogo en tiempos pasados, gritos o regaños. La falta de contenido interior.
Consejos para comunicarte mejor:
En el amor adulto se debe establecer una doble corriente, el dar y recibir. · Dar aunque con ello se tenga que romper el cascarón del egoísmo. · Recibir aunque en ocasiones pensamos que no necesitamos nada de los demás.
El matrimonio es como un puente sostenido por dos pilares, si uno es débil se cae. También cabe mencionar que todos los consejos y pláticas que podamos escuchar, no bastan para mejorar si no los practicamos constantemente.
a) La amistad es más importante que la relación. Por lo general para un amigo, lo más importante es su amigo; quienes consideran que la amistad con su cónyuge es lo más importante, pueden crear una relación más gratificante. En cambio, quienes se han convertido en amantes, sin haber desarrollado una verdadera amistad, consideran que antes que su cónyuge, están ellos mismos, o la propia relación. A un amigo se le acepta tal como es y se le perdonan sus fallas.
b) No trates temas importantes durante los momentos tensionantes del día.
Es bueno hablar de los sentimientos en el mismo momento que surgen, pero en ocasiones no conviene, sobre todo cuando se tiene mucha carga emocional. Se debe evitar hablar cuando alguno de los dos esté muy cansado, antes de irse a trabajar o inmediatamente después de regresar, y lo mejor es preguntarle a tu cónyuge si está dispuesto a escuchar o dialogar.
c) No culpes a tu cónyuge sin haberlo escuchado. Si culpas a tu cónyuge sin haberlo escuchado, lo único que vas a lograr es que se pondrá a la defensiva y se va a encerrar. Tampoco se vale hacer prejuicios o querer adivinar. Deja a tu cónyuge expresar sus sentimientos.
d) Trata un solo asunto a la vez. Se debe tratar un solo asunto y nunca mezclar otros, concentrarse sólo en el tema presente y olvidar en ese momento si existen otros.
e) Escucha con atención y está seguro de entender lo que tu cónyuge te está diciendo. Se debe escuchar con atención el mensaje completo y sin interrumpir, no salir a conclusiones precipitadas ni ponerse a la defensiva. Si el asunto es importante, trata de repetirle a tu cónyuge lo que oíste o interpretaste para que no le quede duda.
f) Haz frases usando el “yo” en lugar del “tú”. Una de las principales causas de discusión es culpar a tu cónyuge de tus emociones o sentimientos por eso debemos aprender a decir “yo” en lugar de “tú”. Por ejemplo cuando dices “cuando te demoras me da mucho coraje por que tú eres muy desconsiderada(o)” se puede cambiar por “cuando te demoras me da mucho coraje por que yo siento mucha vergüenza de haber sido de los últimos en llegar”.
Queda estrictamente prohibido comunicarse usando las siguientes frases: · ¡Ven aquí, apresúrate! · ¡Nunca haces las cosas bien! · ¡Otra vez con lo mismo! · ¡Tú tienes la culpa! · ¡Si no lo haces…! También evita comunicarte con ironía y sarcasmo.
g) Haz peticiones no exigencias. Una petición implica cualquier respuesta, así sea negativa y será aceptada. Una exigencia implica que la respuesta siempre sea afirmativa, y, como se dice “en la forma de pedir está el dar”.
h) No divulgues los sentimientos. Evita divulgar los sentimientos compartidos por tu cónyuge, ni aún con el mejor amigo, por que perderá la confianza de volver a comunicártelos.
i) No debes ser sincero el 100 % de las veces. Habla siempre con la verdad sabiendo cómo decirlo, por que por ser demasiado franco, puedes caer en la agresión.
j) No dejes problemas sin resolver o resentimientos ocultos. Al dejar problemas sin resolver o sin decir, se irá formando un muro de indiferencia, no debemos tener miedo a afrontarlos.
Sobre este tema es importante leer lo que nos dice Tomás Melendo Granados en su artículo Acerca de la comunicación (y de las discusiones) entre los cónyuges:
El P. Peter Coates en el artículo Capacidad de dialogar nos dice que la comunicación http://es.catholic.net/familiayvida/159/318/articulo.php?id=14361 es un ejercicio de escucha y se escucha no tanto con la oreja, sino con el corazón. Para poder escuchar a una persona, uno debe pensar que lo que una persona debe decirme es más importante de lo que tengo en mi cabeza
Alfonso Aguiló Pastrana en su artículo Las formas sí son importantes: http://es.catholic.net/familiayvida/159/318/articulo.php?id=10744 nos explica que la falta de acierto en la forma de comunicarse, o la falta de oportunidad en el momento y circunstancias de hablar, provoca muchas veces grandes problemas.
El P. Antonio Rivero profundiza en la comunicación, la conversación y el matrimonio. Igualmente explora los factores que dificultan la comunicación de la pareja. Comunicación Familiar: http://es.catholic.net/familiayvida/159/318/articulo.php?id=26196
El problema de los malos entendidos es tratado por Michael Ryan Grace que nos habla de Las interferencias en la comunicación:http://es.catholic.net/familiayvida/159/318/articulo.php?id=6913
Sabiendo que nuestras conductas puedan transmitir mensajes y causar reacciones en las demás personas, trata de abordar el tema de los malentendidos. La característica más peligrosa de los malentendidos es que pueden existir sin darnos cuenta... hasta que exploten.
Un ejercicio para una comunicación sana Un simple ejercicio que puede ayudar mucho para vivir una comunicación sana y positiva. Basta que cada pareja, de vez en cuando, tome el pulso de su comunicación emocional contestando a las siguientes preguntas:
1.¿Cuáles son las cosas que me gustan de ti?
2.¿Cuáles son las cosas que no me gustan de ti (cosas que me "molestan")?
3.¿Qué es lo que creo que te gusta de mí?
4. ¿Qué es lo que creo que no te gusta de mí? ¿En qué cosas creo que te molesto? Sugiero que cada uno conteste por su parte y, después, intercambien lo que han escrito.
En primer lugar, este ejercicio les dará la ocasión para decir de forma tranquila y oportuna lo que no les gusta, lo que les molesta. Cuando esto se hace con amor, con deseo de superación y con cierta frecuencia, muchas cosas se allanan y se evita la acumulación de "venenos".
No se trata de soñar con un matrimonio perfecto, donde nunca hay problemas. Siempre habrá piedrecillas en los zapatos. Pero se puede reducir bastante el número de los problemas.
De lo contrario, los problemas se ven enormes o se acumulan tantos que toda la vida se oscurece. Haciendo frecuentemente este pequeño ejercicio descubrirán que, entre las 10 cosas que "molestan", ocho son fácilmente eliminables. Las otras dos pueden ser más complejas. (Pero ya sería una ganancia caminar con 8 piedrecitas menos en el zapato!
No se trata de pensar en matrimonios perfectos donde no hay que hacer esfuerzos y sacrificios ni sufrir el uno por el otro. Pero sí creo que hay cosas que fácilmente se pueden corregir volviendo la vida más feliz y evitando problemas mayores.
Además, con una vida más feliz, los esposos pueden dedicarse con más empeño a cumplir la gran misión que les corresponde como matrimonio.
Al intercambiarse las respuestas sobre lo que "creen" que gusta o disgusta al otro pueden verificar si realmente se conocen bien o si hay malentendidos escondidos. A veces, creemos conocer a la personas que están cerca de nosotros y no es siempre verdad. Al menos es lo que nos dan a entender las personas que aportaron los siguientes casos.
* Yo conocí un marido que creía que todo andaba perfectamente bien porque él se consideraba un hombre trabajador. Pero había muchas otras facetas que olvidaba y que disgustaban a su esposa.
* Una mujer se consideraba una excelente esposa porque era buena madre, hacendosa, etc. pero su marido tenía muchos resentimientos por ciertas actitudes de ella respecto a sus familiares y al buen uso del dinero

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